El jueves por la mañana, Vicente Cordeyro salió de su casa como todos los días. Desayunó temprano, llevó a su hija al colegio y se despidió con la rutina de un hombre que planea volver. Nadie imaginaba que sería la última vez que lo verían con vida.
Minutos después, el ex titular de la Policía de Investigaciones de Salta tomó su Volkswagen Surán gris y condujo hacia San Lorenzo, una villa veraniega al pie de los cerros. Estacionó frente a una iglesia, cerró la puerta y comenzó a caminar solo hacia el sendero conocido como la cola del cerro Elefante.
Dos días más tarde, su cuerpo fue hallado sin vida en ese mismo lugar, entre pastizales quemados por un incendio reciente. Lo que había comenzado como una búsqueda contrarreloj se convirtió en un caso cargado de silencios, pericias y preguntas.
Un operativo que empezó con una ausencia
El aviso de la familia encendió las alarmas esa misma tarde. Nadie sabía nada del ex comisario, que había dirigido la Policía de Investigaciones y conocía, mejor que nadie, los laberintos de una búsqueda. Su desaparición convocó a un operativo inusual por la magnitud: drones, perros rastreadores, helicópteros y equipos de rescate recorrieron los cerros y quebradas de San Lorenzo.
El viernes encontraron su auto. Estaba estacionado frente a una iglesia. Las cámaras de seguridad de la zona lo mostraron bajando del vehículo, solo, y caminando hacia el sendero conocido como la cola del cerro Elefante. Llevaba una mochila liviana. No miró hacia atrás.
Esa fue la última imagen que se tuvo de él con vida.
El hallazgo en el cerro
El sábado por la mañana, un grupo de rescatistas divisó algo entre los pastizales ennegrecidos. Días atrás, un incendio había arrasado parte del cerro. En medio de esa tierra quemada, apareció el cuerpo de Cordeyro.
El lugar fue rápidamente cercado por los peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF).
El domingo, el Ministerio Público Fiscal confirmó los primeros resultados de la autopsia: muerte por asfixia mecánica por ahorcamiento. El cuerpo, además, tenía lesiones superficiales producidas por el fuego. No se hallaron signos de lucha ni de defensa.
Una muerte bajo protocolo
Pese a los indicios, la causa no se cierra. En Salta, toda muerte violenta se investiga bajo el protocolo de presunción de homicidio doloso. Es decir, hasta que no se demuestre lo contrario, se investiga como si alguien más pudiera haber intervenido.
Por eso, el coordinador de fiscales Pablo Rivero encabezó una reunión interdisciplinaria con el CIF y la Unidad de Graves Atentados contra las Personas (UGAP). Analizan el teléfono del comisario, las últimas comunicaciones, la ubicación GPS y los restos del incendio. Cada detalle puede contar algo de sus últimas horas.
Quién era Vicente Cordeyro
Cordeyro había sido director de Investigaciones de la Policía de Salta. Llevaba más de tres décadas en la fuerza. Era un hombre que sabía de delitos, de desapariciones, de rastros. También era docente universitario, un formador.
En los últimos meses, había aparecido en medios locales expresando su preocupación por el avance del narcotráfico y la inseguridad en la provincia.
Quienes lo trataron aseguran que estaba preocupado, que no se lo veía bien. Otros dicen que seguía inquieto, activo, que no sabía estar quieto.